El 4 de agosto de 1892, uno de los asesinatos más sonados de la historia del crimen tuvo lugar en Fall River, Massachusetts. El cuerpo de la señora Abby Borden se encontró en una habitación del primer piso, mientras que el cadáver del señor Borden estaba en una sala de la planta baja.
Una criada, Bridget Sullivan, estaba fuera de la casa limpiando las ventanas cuando la señora Borden fue asesinada; Sullivan dormía en una habitación de un piso superior cuando mataron al señor Borden.
La hija mayor de los Borden, Emma, estaba visitando a varios amigos en una población ubicada a unos 20 kilómetros el día del crimen. Eso significaba que sólo la hija menor, Lizzie, se encontraba en la casa en el momento de los asesinatos. No se vio a nadie entrar o salir de la casa.